miércoles, 27 de noviembre de 2019
Hay una motivación directa. Para muchos alumnos la motivación no existe a priori; la motivación tiene que ser un objetivo de la enseñanza, no algo previo, nunca es algo previo. También hay que tener en cuenta lo fundamental que es el entusiasmo de los docentes. A mi entender, el docente que ayuda a su rol y a la materia que enseña, el que tiene más facilidad para movilizar a sus alumnos, es el que está más motivado. Un docente que se aburra con el tema, al que no le guste dar clase, no funciona. Es necesario que los docentes sean seres de transmisión que ayudan; que quieran transmitir es muy importante.
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